Decir adiós...La vida es eso.
Y yo te digo adiós, y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso.
Amar y amar toda la vida,
y arder y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida...
Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino,
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.
Sentir más sed en cada fuente
y ver más sombra en cada abismo,
en este amor que es siempre el mismo,
pero que siempre es diferente.
Porque en el sordo desacuerdo
de lo soñado y lo vivido,
siempre, del fondo del olvido,
nace la muerte de un recuerdo.
Y en esta angustia que no cesa,
que toca el alma y no la toca,
besar la sombra de otra boca
en cada boca que se besa...
José Ángel Buesa
Y yo te digo adiós, y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso.
Amar y amar toda la vida,
y arder y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida...
Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino,
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.
Sentir más sed en cada fuente
y ver más sombra en cada abismo,
en este amor que es siempre el mismo,
pero que siempre es diferente.
Porque en el sordo desacuerdo
de lo soñado y lo vivido,
siempre, del fondo del olvido,
nace la muerte de un recuerdo.
Y en esta angustia que no cesa,
que toca el alma y no la toca,
besar la sombra de otra boca
en cada boca que se besa...
José Ángel Buesa
Queridas desmesuradas:
ResponderEliminarDesmesurada la sed... ahora mismo estoy a la caza de Ángel Buesa... les veo, aunque no lo crean.
10-4.
Estimado Jack:
ResponderEliminarLa sed de amor, la imposibilidad del mismo y el dolor de haberlo tenido y dejarle partir, parecen ser las constantes en la obra del poeta cubano, José Ángel Buesa, quien es conocido por sus poemas Canción del amor lejano (Ella no fue, entre todas, la más bella,/pero me dio el amor más hondo y largo…), Poema de la Despedida (Te digo adiós si acaso te quiero todavía./Quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós./No sé si me quisiste... No sé si te quería…) y Se deja de querer (Se deja de querer.../y no se sabe por qué se deja de querer;/es como abrir la mano y encontrarla vacía/y no saber de pronto qué cosa se nos fue.), aunque mi favorito es La sed insaciable, por supuesto.
Cuentan que, por lo menos en Cuba, desaparecen sus libros de las bibliotecas públicas, ¿será? No he ido a Cuba.
Gracias por tu tiempo y tu disponibilidad para leernos.
hey ese poema es de MARIO BENEDETTI! QUE ONDA???
ResponderEliminarjazmin.alonzo@hotmail.com